En ambos casos se comunica con su cliente, con el externo, con el interno, con su colaborador. Ahora estamos obsesionados con las videoconferencias, los «webinarios» y todo aquello que nos traiga algo de presencia humana aunque sea digital. Pero, no pierda el foco. Un «webinario» sí, si va a añadir valor y si va a aportar soluciones a su equipo o a su cliente, una teleconferencia sí, si va a apoyar,  a ayudar a que su cliente le sienta más cerca.

Si no va a añadir valor, no cargue el canal de comunicación.

En estos momentos disruptivos y de pandemia, las personas (y sus clientes lo son) han subido el nivel de sensibilidad. Aproveche esto a su favor, enviando un mensaje adecuado y cercano. A la gente le gusta tratar y relacionarse con personas.

Diseñe una comunicación estratégica, una comunicación afectiva, en definitiva una comunicación efectiva que ayude a potenciar su mensaje.